Capítulo 54

martes, 25 de agosto de 2009

La conocía desde que eramos niños. Se llamaba Sara, "Sarita" para los del barrio. Su familia no era rica, pero vivían mejor que cualquier de nosotros. Era cabrona desde pequeña, iba que volaba para puta por puro gusto, no por necesidad y esas eran las mejores sin duda.

En su adolescencia no dudaba un instante en meterse con quien quisiera, su meta era que ninguno pudiera rechazarla, yo tampoco lo hice.

Con el tiempo se dio cuenta que el comercio era lo suyo, por lo que comenzó a cobrar por sus servicios. Se llenó de billetes rápidamente, era una puta fina con tarifa barata. Ella estaba encantada de la vida pues le pagaban por hacer lo que siempre le había gustado. Que envidia.

Luego un día, uno de sus clientes se enamoró de ella. El tipo era de dinero. Sarita pasaba de vez en cuando por el 14 montada en una "lobo" del año y nos saludaba . Eso sí, nunca podríamos decir que "se le subió", ella seguía tan sencilla como siempre.

No tardó en quedar embarazada. Dio a luz a un niño güerito como ella. Pero era obvio que alguien como ella jamás podría formar una familia. Su hijo no tenía más de 1 año cuando se separó de su esposo. Y para poder mantener al niño hizo lo único que sabía y le gustaba hacer.

La contrataron en un table dance, no muy corriente pero no muy fino. Al niño jamás le faltó nada. Ella se la pasaba en la fiesta, le gustaba ser admirada, ser deseada, que cada noche alguien se ofreciera a bajarle la luna y las estrellas, o simplemente unos buenos billetes.

Su fama creció como la espuma, y en un table de más caché le ofrecieron trabajo. No dudó en irse. "Zuleika" ganó entonces más fama y más dinero.

Luego un día llegó su exesposo con un abogado para tratar de quitarle al niño. Ella se rió en su cara. Él casi la cacheteó pero su abogado lo detuvo. Ella tenía el sartén por el mango, o al abogado por los huevos, como gusten verlo. Tenía dinero suficiente para pagarse un buen jurídico, y tenía los atributos para apendejar al contrario. Dicen que al abogado de su esposo le hizo un jale de campeonato, lo dejo seco. Así el abogado le dio largas al exesposo para que no hicieran nada en contra de Sarita.

Pero eso sólo lo hizo para demostrarle a su exesposo quién mandaba, porque un mes después fue hasta la casa del tipo y le aventó al bebé.

-Ahí esta cabrón, si tanto lo quieres quédatelo. A mi me estorba.

Y se dio la media vuelta, se subió a su camioneta y dejó al niño con su padre. Sarita no volteó ni a verlos por última vez.

Siempre fue una mujer ambiciosa, quería no sólo ser una de las mejores, quería ser la mejor, la que no se le iba ningún cliente, quizá por eso se puso implantes en las nalgas.

Pasaba el tiempo, nadie podía con Zuleika y mucho menos con Sarita.

Una noche salió al escenario dispuesta a dar lo mejor de su repertorio y quedarse con lo mejor de las carteras de los clientes. No se muy bien cual fue el movimiento, pero el caso es que se le reventó un implante. Zuleika tuvo que salir en hombros de los guardias del lugar.

En el camino al hospital algunas de sus amigas iban bromeando todavía con ella. Parecía que sería cosa de unos días, hasta que el doctor le dijo que perdería la nalga, pero que podría utilizar una bonita prótesis que no se notaría ni con pantalón ni con falda. El problema es que ella usaba tanga.

La liquidaron del table porque ya no podría encuerarse. El mundo se le vino abajo. Era un monstruo.

Después de un tiempo de gastarse sus ahorros en operaciones, prótesis y doctores, llegó al Barrio 14, a pedirme ayuda.

-Lover, necesito que me ayudes.
-¿Qué pasó Sarita? pues tú dime, ¿pa' que soy bueno?
-Necesito que me hagas un "trabajo".
-Ah caray... ¿cómo está eso?
-Lover, quiero tener a mi niño de vuelta... mi esposo ya no me deja ni verlo. Contraté a unos abogados pero no valen nada, nomás me bajan la feria y no he podido ver al niño
-Sarita, pero si tu fuiste la que lo dejó. Te puedo prestar una feria con interés bajo si quieres.
-No pensé en ese momento Lover, quiero verlo, y la única manera es que el "cliente" sea mi exesposo.

Lo medité unos segundos mientras ella lloraba.

-Sarita, no te puedo hacer ese trabajo... como quiera tu dejaste al niño y no le voy a quitar a su padre nomás porque ahora se te ocurrió eso. Ahora que si eso es lo que quieres, pues búscale por otro lado.
-No Lover, tu eres el único en quien confío ahorita. No quiero que me metan al bote.
-Mira Sarita... pues tengo unos amigos abogados... pero no te prometo nada. Además... pues son caros. Tu sabes. Podemos verle por ahí.
-Ok Lover, ¿cuánto quieres?
-¿Cuánto tienes?
-Ahorita no tengo dinero per..
-No te eches drogas encima Sarita. Mejor....
-¿Mejor qué?
-Dicen que convenciste a un abogado de una manera muy cabrona... y pues me gustaría saber...
-¿Saber cómo fue? ok Lover, si eso es lo que quieres...
-Sarita... eso si te digo, no te aseguro nada, no me gusta engañar.
-Ya está bien.

Ese mismo día por la noche se convirtió en Zuleika una vez más. Traté de no mirar cuando se quitó la prótesis y apagué la luz rápidamente. Tampoco la acaricié con la mano derecha porque tenía miedo de tocar ese hueco. Después de un rato me di cuenta que el mito era cierto. Un jale de campeonato. Me dejó seco.

Nos quedamos tirados en la cama un buen rato. Como no conocía el lugar, a tientas busqué un cigarro y el encendedor. Lo encendí. Aspire hondo mi tabaco. Una vez recuperadas las energías me levanté y me vestí. Me despedí de ella.

Justo antes de cruzar la puerta me preguntó:

-¿Entonces si se va a hacer el bisne Lover?
-Se me había olvidado decirte, ya platiqué con los abogados.
-¿Y?
-Me dijeron que está cabrón por tus antecedentes. Que va a estar largo y se necesita mucha feria...
-Pues entre más rápido empecemos mejor...
-Sarita... no me malentiendas, te dije que no te aseguraba nada... ahi te dejé unos billetes en el tocador, por lo de hoy. Mejor ve juntando la feria.
-Eres un cabrón... un hijo de la chingada.
-Y tu eres una puta. Cada quien hace lo que sabe hacer mejor.

9 comentarios:

Amiga, esposa y amante dijo...

¿Engañarlo a usted? Nunca...

Mira la cosa, sin una nalga esta cabron, que feo, ¿no? no se si feo para ella o feo para el que se la tire sin apagar la luz, jejeje.

Yo siempre he sido muy cabroncita, hago lo que se me antoja, jodo a la gente, investigo, contrato madrinas y cosas así... pero creo que cuando uno tiene un pequeño es el punto clave para dejar de hacer chingaderas, ya uno no esta solo...

Mientras tanto a uste' le dejo hartos besos con mis dos nalgas completas.

Priscila dijo...

Chido, me gusto, ella de puta y tu de cabrón jajajajaja. Siempre me gustan tus finales.

Saludos!!

Steph[ıı]ta dijo...

Hola qué tal.... :)
me agrada que hayas pasado un rato a leer mi blog....me gustaría charlar contigo...me gusta hasta ahora lo que leí de ti...
saludos! :)

190294 dijo...

:)

Milau dijo...

Mírala qué cabrona, primero cuando andaba de nalgafloja le estorbaba el niño y cuando ya no pudo seguir, le "nació" el instinto materno.
Qué conveniente!
Ni modo, dicen que todo en ésta vida se paga, será cierto?
Saludos!

Anónimo dijo...

decia mi abuela, para un cabron cabron y medio, eres la viva imagen del cabron mayor

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mafalda dijo...

Me pasaste a joder Lover =S

Como que se llama zuleika y con i latina y no griega ! =S ¬¬

No inventes!!! .... Chales ya me agüite... =( Y mira que tenia rato que no venia por que me jui de vacaciones.. =( chales...

Y luego puta... =( más chales!

Srta. Maquiavélica dijo...

wowow me embobo este post¡¡¡ si q eres un cabrón entonces?? jejee parece telenovela esta historia
besos guapo